
Tristes mis caricias,
tristes, tristes...
sin tus ojos en mis manos,
tristes.
Vacías tus caricias,
caricias limosneras
con sabor a noestésmal.
Mi cuerpo no se cree nada,
no se queda con nada,
pero sigue queriendo tus caricias.
... y un día una empieza a aprender a marcha forzada, y al terminar la marcha no quiere olvidar nada de lo aprendido y desea seguir aprendiendo, afianzando, apuntalando lo ganado y seguir construyendo... por eso estos apuntes
4 comentarios:
Que malas las caricias Limosneras... uff sentir que son de prestao..
Que no?
uy bonita, que triste tu escrito, y qué bien expresado que me ha hecho sentirlo. Sí, caricias limosneras que te dejan con desazón... lo peor, ni con ellas ni sin ellas...
besito
Ni con ellas ni sin ellas... cuánta razón tienes Mary. Pero al final una termina en el mismo punto de siempre que es convencerse de que lo primero: yo.
Entonces encuentras la fuerza para abandonar esas caricias. Y el orgullo de esa decisión da la fuerza.
Gracias Arrítimica y gracias Mary.
Por cierto Mary... vuelve pronto eh? por fa...
Qué me gusta esa actitud... no olvidarse de una misma... ¡eso nunca! Y las caricias, que sean como deben ser o si no, que no nos entretengan... ¡vamos!
Te copio una cita que tengo puesta en mi blog:
Soy egoísta, impaciente y un poco insegura. Cometo errores, soy insoportable, muchas veces difícil de controlar. Pero si tú no puedes aguantarme en mis peores momentos, ten la puta seguridad de que no me mereces en mis mejores..." Marilyn Monroe.
Gracias por tu cariño bloguero.... quiero volver, pero antes tengo que terminar un proyecto que me absorbe.... pero tú sabes... ¡bicho malo nunca muere!
besito y sigue tan auténtica.
Publicar un comentario