sábado, 26 de noviembre de 2011

Lección

No subestimes.
No endioses.
Abre puertas,
escucha,
mira...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¿Te gustaría asistir a mi boda?...

¿Te gustaría asistir a mi boda?...

El año que viene o el otro o el otro... da igual el año, cuando vaya a casarme me encantaría contar con tu presencia

¿Querrás acompañarme ese día? 

Si es así, por favor, no votes al PP

Si lo votas me condenas a mí y a miles de personas a perder nuestros derechos que son los mismos que los vuestros.

Busca el listado de partidos politicos a favor del matrimonio LGTB

Yo te dejo algunos...

IU, UPD, PA, EQUO... PSOE (a este no te voy a pedir que lo votes pero bueno eres libre) pero al PP nooooo, sino no podremos vivir ni compartir ese maravilloso acontecimiento en mi vida. No podré tener la oportunidad que todo el mundo tiene de celebrar el día de mi boda. Imagina que te prohibieran casarte...

lunes, 14 de noviembre de 2011

Si es que no sé

Tengo el presente enmarañado.

Y siento que no me lo ponen un poquito menos difícil.

No sé de qué cabo tirar.

Pienso, por un lado, en pedir perdón, pero no quiero si la otra persona no va a querer entender.

Por otro lado pienso en perdonar pero, ¿debería cambiar eso algo las cosas?,

¿Aclarar sólamente sería mejor?

Sigo desenmarañándome...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Buenos días

No entiendo por qué la gente se mete donde no le llama nadie. Opinar sin conocer es juzgar al fin y al cabo, a pesar de ser capaces de asegurar que no lo hacemos.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Año raro

Hace mucho que no pasaba por aquí. Y ahora... No sentía mucha necesidad.
El facebook me ayudaba a sacar, con una simple frase, lo que bullía en mi interior. Ahora, muchos meses después, me alegra volver a este lugar. Aquí puedo expresarme de forma más libre porque, después de tanto tiempo sin escribir, hay mucha gente que no me visita. Así que por ese lado genial. Me gusta esta intimidad mía, aunque algunas personas la lean.
Este año es un año raro. Tengo mucho tiempo libre y esto hace que la cabeza de más vueltas. Y que el corazón tenga más tiempo para moverse y, claro, se hace notar. Hoy estoy compulsiva con esto de las teclas. Siento la necesidad imperiosa de sacar la pena por la punta de mis dedos y que se quede en el ordenador. Me da la sensación de que si aporreo mucho las teclas me quedaré vacía de dolor.
Este es un año raro. Tengo tiempo de más y personas de menos y una casa de menos y una familia de menos. Y, además, tengo un paso que dar. Algo que me da miedo pero en lo que tengo volcadas muchas esperanzas de ser más feliz. Necesito que llegue ese momento, empezar a vivirlo. Creo que muchas personas caen en la absurda creencia que, solucionando un problema que se nos presenta como el más grande, solucionamos nuestra vida entera en todos sus ámbitos y nos garantizamos una felicidad segura y una imposible infelicidad. Por mucho que no quiera, yo también caigo en eso y me pregunto cómo me sentiré cuando descubra que no es así. Cuando siga teniendo malas rachas, inseguridades, ansiedades, necesidades extremas... Las personas que se fueron no van a volver por dar yo ese paso. Y su ausencia es parte de mi tristeza actual. La vida sigue. Para lo bueno y para lo malo. Hay una persona a la que le dije una vez: "prométeme que si alguna vez paso por esto, estarás a mi lado para tranquilizarme". Ella me dijo que sí. El error fue mío por pedir promesas que no se pueden hacer. El error es necesitar tanto a alguien. El error es no ser capaz de pasar página sin sentir la pena en la garganta. Me siento un poco huérfana de madre.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Pérdidas


He perdido a dos personas. A las dos las quiero muchísimo y de una forma muy especial. No han muerto, siguen vivas. Me duelen en el alma.


La primera de ellas decidió marcharse y la dejé ir. ¿Por qué? Creo que años atrás no lo habría hecho pero, hoy por hoy, creo que no me merezco correr tras una persona que está de espaldas a mí. La echo mucho de menos. Y, pese a todo, no la quiero menos. Hay días que sólo la necesito a ella. Esto sucede porque me pasa algo y sé que sólo ella me haría sentir reconfortada. Es una pena. Hace tres años escribí en este blog que los momentos tan bonitos que viví a su lado los tendría siempre en la estantería donde pongo las cosas más importantes de mi vida. No he sido capaz de romper esa promesa. Por más que lo he intentado. Te tengo clavada en el final de mi esófago.

La segunda de ellas es complidao de explicar. Vivimos unos días muy especiales. Pasaron esos días y pese a que transcurrió tiempo y que tuvimos conversaciones, nunca llegue a sentir que le importaba, tampoco sentí su cariño. Yo le perdoné todo y hasta el último día ésperé a que me demostrara su cariño. La cosa se rompió por otras causas sin haber percibido nada de eso. Echo de menos cómo hablábamos en la cama o cuando me despedía de ti antes de irme a trabajar. Pero, sobre todo, echo de menos una mirada que me decía que te importaba. No la volví a sentir nunca más. Y era tan fácil... Te sigo queriendo, aunque quizás tú ya no.