Qué escondido estabas, Paris.
Pero te he encontrado.
¿El momento más especial?
ver como vosotras dos revivís ese portal,
esas huellas amarillas,
ese 23,
ese bar de música...
me encantó presenciar ese irrepetible momento.
Y en París...
... y un día una empieza a aprender a marcha forzada, y al terminar la marcha no quiere olvidar nada de lo aprendido y desea seguir aprendiendo, afianzando, apuntalando lo ganado y seguir construyendo... por eso estos apuntes
4 comentarios:
¡Y los cafeses a cinco eurikos!
Un finde especial... ¿Tendremos que repetir, no?
besitos
Un placer las charlitas que nos hemos pegado, niña... y de repetir... ¡sin cámaras! jajaj bueno me conformo con un horario preestablecido de uso de la misma jajaja
Besitos guapa!
EO! pero cómo puede ser que yo no conociera tu blog, penca?!
muaca madrileño!
jjaja Lola... yo qué sé!!!!!!!
un besito guapa!!
Publicar un comentario