lunes, 5 de enero de 2009

Explicación


Sentí miedo
de no recibir tanto cariño de tus ojos,
de perder un poco la intensidad de tus abrazos,
de no saber de ti a cada rato,
de que no planees conmigo,
de no tenerte como hasta ahora.
Sentí soledad
de cárcel,
de isla,
de zulo.

Llegué a casa,
respiré,
sentí alegría
por ti,
porque te quiero con toda mi alma,
porque eres de las personas más bonitas que existen,
porque seguiré contigo en esta nueva etapa, transformada.
Me encantó ver tu cara resplandeciente.
Eso fue lo bueno de este viaje.

4 comentarios:

SinRespiración dijo...

Lo bueno ha calmado todo lo anterior :)

Un beso y feliz año!

Anónimo dijo...

Tus miedos no tienen por qué suceder así que vive el momento y disfruta de las cosas buenas, un beso

Mary dijo...

Ains, ese miedo a la pérdida inevitable...Y esa sensación adorable de ver que no hay nada que temer,....
Un besín,

Anónimo dijo...

buena conclusión final...muak