domingo, 15 de febrero de 2009

No me leas, si me lees no puedo escribir


Con qué poco me he quedado,
con qué poco,
qué poco,
nada...
¿De qué me puedo quejar?
Pues mira, puedo quejarme de no saber amar,
de no saber sentir el amor.
Definitivamente no sé.
No se hizo para mí.
Si esto no es amor, creo que se le parece bastante
y quizás sea lo más que mi corazón sabe sentir
aunque no sea amor,
y lo más que va sentir mientras lata.
Odio esa pregunta,
la pregunta de ¿y si hay alguien que me haga sentir más?
pero ¿y si no?
Tu sonrisa, que subas las escaleras detrás de mí corriendo, tu manera de calmarme, que te rías con mis tonterías, que me digas linda, que me alces, que me lances, que me frenes también, que me sostengas, que te sorprendas, que me abraces, por dios, que me abraces...
¿alguién te superará?

No me leas si no te hace bien,
pero déjame escribir
todo lo que te quiero.
Y no me digas que no,
porque te quiero.
Quizás de la manera que sé,
pero te quiero.

No hay comentarios: