
Mi madre decía: "a mi me gustan las personas rectas"
A mí me gustan las personas curvas,
las ideas curvas,
los caminos curvos,
porque el mundo es curvo
y me gustan las curvas,
y los pechos curvos,
y los culos curvos,
los sentimientos curvos,
la ebriedad es curva,
las palabras, curvas,
el amor es curvo,
¡el vientre es curvo!,
lo diverso es curvo.
A mí me gustan los mundos curvos,
el mar es curvo,
la risa es curva,
el dolor es curvo,
las uvas, curvas,
los labios, curvos,
y los sueños, curvos,
los paraísos, curvos (no hay otros paraísos),
a mí me gusta la anarquía curva,
el día es curvo,
y la noche es curva,
¡la aventura es curva!.
Y no me gustan las personas rectas,
el mundo recto,
las ideas rectas,
a mí me gustan las manos curvas,
los poemas curvos,
las horas curvas,
¡contemplar es curvo!,
los instrumentos curvos,
no los cuchillos,
no las leyes,
no me gustan las leyes porque son rectas,
no me gustan las cosas rectas,
los suspiros, curvos,
los besos, curvos,
las caricias, curvas.
Y la paciencia es curva,
el pan es curvo
y la metralla recta.
No me gustan las cosas rectas
ni la línea recta,
se pierden todas las líneas rectas,
no me gusta la muerte porque es recta,
es la cosa más recta,
lo escondido dentro de las cosas rectas,
ni los maestros rectos,
ni las maestras rectas,
¡libérennos los dioses curvos de los dioses rectos!
El baño es curvo,
la verdad es curva,
yo no resisto las verdades rectas,
vivir es curvo,
la poesía es curva,
el corazón es curvo.
A mí me gustan las personas curvas,
y huyo, es la peste, de las personas rectas.