lunes, 2 de noviembre de 2020

Día 16


Me acerco a mi rato de meditación con muchas ganas, voy al encuentro de un espacio y un tiempo amable y casi de justicia conmigo misma. Hoy pongo el tiempo en 20 minutos, me apetece.

Me emociono al principio, es una sensación de agradecimiento por este regalo.

Siento mi presencia, me atiendo a mí, pongo la atención en mí, en la postura en la que estoy. Respiro muy despacio. Es lo que más me detiene, voy añadiendo frases, palabras que me traen calma. 

Tengo problemas con las cervicales, pensaba que estaba en buena postura, se ve que no.

Hoy siento facilidad, un camino llano hacia ese estado de lentitud. Creo que alcanzo más momentos de meditación. 

Noto cómo tomo conciencia de mi yo como algo separado de mis situaciones. No soy mis situaciones. 

Sigo aprendiendo también de la mano de Sergi Torres

Nuestra mente siempre nos indica qué representa una amenaza a nuestro bienestar. Pero nuestra mente no sabe lo que es nuestro bienestar, sino su bienestar: LO QUE CONOCE. 

No sentirse triste por sentirse triste, sino intrigada e indagar. Viene a descubrirte. 

No es tu recuerdo lo que te produce tristeza, sino la interpretación que haces de tu recuerdo, 

Cuando tienes un objetivo que te dice: "Cuando alcances esto, entonces sí que sí", te estás despreciando a ti misma. Entonces no puedes alcanzar nada y sientes que la vida no te ofrece nada cuando te está ofreciendo todo generosamente en cada momento. 

La idea de quién soy no me deja ser quien soy. Tengo que descubrirme. En los conflictos que vivo, no es lo que pasa sino la idea que tengo de mí, de la otra personas y de lo que pasa. 


No hay comentarios: