domingo, 15 de noviembre de 2020

Día 29


Hoy lo veo todo de otra forma. Creo que ayer no estaba preparada para entender porque me fastidiaba llevar un mes haciendo esfuerzos por un camino que no es. 

Creo que es mucho más simple de lo que yo creía. Y con simple no quiero decir fácil precisamente, todo lo contrario. Es más fácil hacer lo que estaba haciendo, usar la mente. No entendía lo que hablábamos ayer en el curso porque no concibo el "no hacer" y ahí está la simpleza y la dificultad de la meditación.

Cuando hoy me he sentado a meditar, me he dado cuenta de que no tengo que hacer tantos esfuerzos por buscar y trabajarme herramientas. No. Mi esfuerzo es solo uno: ser. Realmente es poner la atención en la respiración y en el cuerpo y por eso es tan difícil. Pero, a la vez, este descubrimiento me libera de lucha, de búsqueda, de probar cosas... me deja libre para atender solo a una cosa. 

Me he sentido más tranquila, no todo hay que currárselo tanto con tantos frentes. Y me ha ayudado hoy a tener más paciencia. Yo pongo todo de mi parte: sentarme diariamente, atender a la respiración y al cuerpo, observar que algo que llega es un pensamiento... y hacer rodaje en esto.

Y este mes ha sido mi experiencia. Siempre se aprende, nada es en vano. 


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