Me vienen a la mente pasiones en las que pongo mi centro, y pienso que no son mi centro, mi centro soy yo.
Respiro palabras que me llevan al estado en el que deseo vivir: calma, traigo calma, solo estoy, estoy aquí. Una mención especial para "aquí y ahora". Me detengo en que estoy aquí, exactamente aquí, y ahora, exactamente ahora, y en que la vida se está manifestando generosamente en este lugar y en este momento, me regala este espacio de calma, tranquilidad y paz, este espacio de solo yo. Lo disfruto y me traslado a otros momentos de aquí y ahora. Casi todos relacionados con la naturaleza. Voy "re-sintiendo" lo que viví en esos momentos y puedo disfrutarlos como si fueran ahora.
Me planteo: ¿qué pasa con todo este pensamiento? Es pensamiento, eso que debo observar y dejar ir en meditación, pero creo que tengo que establecer una diferencia entre pensamiento que me lleva al estado que busco en mi vida: calma, serenidad, slow, y pensamiento que es todo lo contrario y que me lleva a un estado y a una experiencia que no es la de la meditación. No sé si esto es acertado. ¿Son válidos unos pensamientos y otros no?
Ha habido un momento en el que he tocado un recuerdo de una persona importante para mí con la que actualmente no tengo contacto y me ha producido dolor. He intentado recordar lo que aprendí de Sergi Torres: Un recuerdo (momentos disfrutados con esa persona) no es doloroso, yo le pongo el dolor en el presente porque no está.
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