domingo, 8 de noviembre de 2020

Día 22


Sin darme cuenta ayer hice el día 21. He oído en varias ocasiones que un hábito se crea en 21 días... Bueno, una cosa es el hábito y otra es el grado de éxito. Yo me levanto cada día y, salvo en una ocasión, me apetece ese rato... no busco excusas para no hacerlo, que es algo que he utilizado para incumplir otros propósitos que he tenido en mi vida. De ahí a cómo me va... supongo que tengo que tener más paciencia, ser menos dura y exigente conmigo misma y saber que, el hecho de sentarme cada día, hace su trabajo dentro de mí. De hecho sé que sí. Poco a poco...

Tengo últimamente la sensación de que cada vez me cuesta más trabajo dejar ir mis pensamientos y parar. Cuando me doy cuenta de que estoy en la mente, ya llevo un buen rato planificando cosas sin recordar en lo que estoy.

No me compro un zafu por esperar un poco, que soy muy novelera y (ojalá no) igual acaba en un altillo y yo pasando de meditar. No obstante, sé que me ayudaría en la postura. 

He de confesar que me cansé de Sergi Torres. Sus formas me agotaron, aunque he aprendido mucho de él, me quedo con su mensaje y todo lo que ha calado en mí que es mucho. 

Repito que muchas ideas suyas me han encantado, pero hay una que me está ayudando mucho estos últimos días con el tema de la alimentación. Explicó (más o menos y con mis palabras) que las adicciones son calmantes (siempre he pensado que la comida lo era para mí) y que detrás de una adicción se encuentra una emoción o sentimiento que queremos tapar, dormir, anestesiar. Cuando estos últimos días tenía "necesidad" de comer fuera del plan sano de alimentación que había planificado me decía a mí misma: "No lo necesito, solo quiero tapar algo y, encima, no lo va a conseguir, esa emoción o sentimiento va a seguir ahí" y me ha dado mucha fuerza. Otra cosa es qué voy a hacer con eso, y me lo estoy planteando mucho últimamente. Quiero mirarlo a la cara, quiero ver qué hago con eso.

Me han recomendado Claudio Naranjo. La verdad es que tengo buenas referencias de él que también me vinieron por parte de La Jardinera.

El otro día, hablando con unas amigas de mis objetivos en meditación, me recomendaron el yoga. Me recomendaron que comenzara viendo unos vídeos de yoga de Xuan Lan

Hablando de La Jardinera: El otro día en el curso de meditación trabajamos La Zona de Preocupación y la Zona de Influencia. De verdad que me sorprendió ese día, y cada día que pasa me sorprende más. Me explico: me parece un pensamiento lógico, que todas y todos sabemos y decimos a otras personas cuando se encuentran mal. Me parece tan obvio que, como herramienta de trabajo personal, me parece a priori muy básica. Ahora bien, el otro día hicimos la actividad de apuntar en un espacio todo aquello que nos preocupa en la vida y, en otro espacio, qué está en nuestra mano hacer en cada una de esas preocupaciones. Ese día me clarificó la mente pero he de decir que, en el día a día, se va creando en mí el automatismo de, ante una preocupación, pasar a la acción, en lugar de que mi máxima acción sea preocuparme y, de esta forma, hundirme.

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